“Venezuela, imposible dejar de estar pendiente de ti”; por Enrique Vasquez

“Venezuela, imposible dejar de estar pendiente de ti”; por @EnriqueVasquez

Si hay algo que caracteriza a la mayoría de los emigrantes es que siempre estarán pendientes de su tierra natal, de ese sitio que los vio crecer, de ese lugar del que tienen los primeros recuerdos, de aquel que les evoca los olores y sabores de la infancia.

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Desde que nos fuimos de Venezuela por primera vez, hace poco más de tres años, tengo la plena seguridad de que no ha pasado un solo día sin que veamos noticias, tweets, estados de Facebook o posts en Instagram sobre nuestro país, eso sin contar la respectiva y fiel cadena de pin que manda Alberto Ravell con el resumen noticioso del día, o las notificaciones de la app de Dolar Today.

Es imposible no saber lo que sucede en Venezuela. No hay forma de desconectarse, y tampoco es que uno quiera; porque la verdad es que estar pendiente de lo que sucede allá forma parte de la cotidianidad de casi cualquier venezolano en el extranjero.

En estos últimos días, a raíz de las protestas y la lucha que se está librando en el país, la cantidad de información y de noticias se ha multiplicado; junto con la desinformación y los rumores, por lo que ahora más que nunca hay que tener mucho cuidado con lo que se comparte y se da a conocer.

No podemos olvidar que hay muchas personas con intenciones oscuras que lanzan al aire datos e información muy sensacionalista, pero que suele ser falsa, y que la mayoría de las veces lo que logra es crear zozobra, sustos y más miedo en la población.

Quienes aún tenemos familia allá y sabemos que están sufriendo, lo que MENOS debemos hacer es compartir información no verificada. Hacerlo solo sirve para «echarle más leña al fuego», crear más caos y generarles más estrés y dolor a ellos.

Estar pendiente de lo que sucede en Venezuela es lógico, preocuparte por tu familia es algo normal, ayudarlos de todas las formas y maneras posibles (incluso emocionalmente) es algo que seguramente no podrás dejar de hacer. Incluso sentirte triste e impotente forma parte del proceso de emigrar de un país que amas, en el que aún vive gente que amas.

Sin embargo, debes recordar que tampoco es sano que tu vida gire SOLO en torno a eso. En el momento que dejas de hacer tu vida en el extranjero (trabajar, descansar, planificar tu futuro), porque toda tu atención y todos tus pensamientos están relacionados con la situación en Venezuela, debes tomarte un momento para reflexionar sobre la conveniencia de esa situación.

Si tu nivel de preocupación no te permite enfocarte, concentrarte o mantener la calma en momentos en los que es absolutamente necesario; podrías poner en peligro tu estabilidad e, incluso, tu salud. Piensa que esa situación podría derivar en cosas como la depresión o peores; que podrían echar por la borda la calidad de vida que con tanto esfuerzo estás tratando de labrar para ti y para los tuyos.

No se trata de desconectarse de la tragedia que vive Venezuela. Actuar como si allá no pasara nada es imposible, injusto y está lejos de nuestra condición de venezolanos que amamos a nuestro país. Ahora que eres inmigrante, la vida te exige que encuentres un equilibrio; y no pierdas las fuerzas (ahora más necesarias que nunca), para alcanzar tus metas, porque, para eso fue que emigraste ¿no?

Por: Enrique Vásquez / @EnriqueVasquez en Twitter e Instagram

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