La música de Pedro Crespo es bálsamo venezolano para el corazón

Pedro Crespo emigró de Valencia (Carabobo, Venezuela) a Madrid con las cuerdas de su guitarra llenas de ilusión. Cuando era niño, su padre le inculcó un profundo amor por la música; que entendió y asumió como un estilo de vida. Por eso, en el camino que recorre en busca de la consagración internacional, el respeto por el arte de las musas guía cada uno de sus pasos.

A sus cortos 30 años, este tenor toca guitarra, cuatro, piano y maracas. Es compositor de baladas y arreglista. Además, un estupendo embajador de las raíces que tenemos en común. «La música venezolana es uno de los pilares fundamentales de nuestra cultura, porque refleja a la perfección esa mezcla de la que venimos y que define lo que somos», reflexiona. «En ese sentido, el Sistema de Orquestas ha sido fundamental para difundirla y promoverla».

Como requisito para su graduación de bachiller, Pedro realizó un trabajo de investigación titulado «Trascendencia de la obra guitarrística del Maestro Alirio Díaz para la juventud venezolana». No podía ser de otra manera. En el 2004 ya había recibido más de 40 clases (entre magistrales y particulares) del exquisito músico de Carora. Fue su alumno más joven y, en el 2013, obtuvo el segundo lugar del concurso nacional de guitarra que se celebra en su ciudad natal para rendir homenaje a su brillante trayectoria.

En la escuela de folklore Benito Galarraga obtuvo el título de Profesor Ejecutante de Guitarra, y en el 2009 egresó del Conservatorio «Vicente Emilio Sojo», en Barquisimeto, como técnico en artes musicales. Con el coach vocal Josué García estudió técnicas de Canto Popular y de Speech Level Singing (una técnica vocal creada por el famoso maestro de canto Seth Riggs) en la Universidad Central de Venezuela; mientras en la Universidad de Carabobo desarrolló técnicas de Canto Lírico de la mano de William Alvarado y Odhalys Alamo.

«Cuando emigras, hay muchas cosas que duele dejar atrás. La decisión no es fácil pero, para poder adaptarse, se necesita resiliencia», advierte. «A los venezolanos que están viviendo momentos difíciles en tantas partes del mundo, solo puedo decirles que mantengan siempre viva la misma determinación que sintieron cuando salieron. Esa fuerza es necesaria para superar las adversidades. Cuando la oportunidad toca la puerta, lo más importante es la actitud con la que se aproveche».

Este intérprete de música venezolana tradicional, baladas y hasta canciones pop; no solo es un buen alumno. También le gusta mucho enseñar. Durante cinco años fue profesor de guitarra clásica del Sistema Nacional de Orquestas Simón Bolívar en su Valencia natal. Cuando llegó a la capital española impartió clases de música para niños y actualmente es director de guitarra de la academia «Il Cenacolo» de Madrid.

Pedro es el responsable de proponer el repertorio de los conciertos de la academia y, para ello, hace gala de las lecciones que le legaron tantos buenos maestros en Venezuela. «Como pedagogo, sé que cada persona tiene un sonido diferente», comenta con la certeza de quien sabe identificar el potencial de sus pupilos. «Me gusta sacar esa chispa, ese color de cada uno».

«Sin música, la vida sería un error». La frase, atribuida al poeta, músico y filólogo alemán Friedrich Nietzsche, podría resumir perfectamente la visión que sobre este arte universal tiene Pedro Crespo, un admirador confeso del patrimonio musical venezolano y de las capacidades vocales de artistas internacionales como Robbie Williams o Jon Secada. Los invitamos a seguirlo en sus redes sociales: @PCHernandez en Instagram y PedroCrespoOficial en Facebook.

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